Como ya viene sucediendo desde hace unos años, un día es Halloween y el siguiente ya estamos en Navidad y, ahora que hemos dejado atrás la temporada del miedo y los sustos, llega el momento de la alegría, de las películas familiares, con mensaje de bondad y felicidad. Pues, como otras veces, voy a nadar a contracorriente y te recomendaré algo más inquietante, de intriga.
El otro día vi diez o veinte minutos de una serie recién estrenada y me pareció que prometía pero, por motivos que ahora no recuerdo, no tuve el tiempo para acabar el capítulo. Pasados dos o tres días, una amiga, pensando en estas newsletters, me escribió por Whatsapp y me preguntó si la había visto. Me dijo que a ella le estaba gustando mucho. ¿Y qué hice yo? Evidentemente, en cuanto pude continué con el episodio. ¡Qué gran acierto! A pesar de que el título de la serie me tiraba un poco para atrás -ya te dije en una publicación anterior que no quería dramas en mi vida-, valió la pena pulsar el botón de play.
Bodies, o Cadáveres en su versión en castellano, es una miniserie de Netflix cuya trama principal se basa en resolver un asesinato. Pero el atractivo real de esta historia es el hecho de que hay saltos temporales y de que, en cada una de las épocas que nos muestran, se deberá resolver exactamente el mismo caso. Dicho así suena un poco a lío pero es realmente la gracia, intentar entender qué está pasado y cómo se relaciona todo.
El misterio está asegurado, así como las ganas de llegar hasta el final. No se puede decir que tenga un ritmo rápido, de hecho, es lenta, pero pasan cosas y no se hace nada pesada, ya que pasas muchos ratos intentando atar cabos. Hay algún momento en el que te tiene un poco en tensión, así que no la veas por la noche si eres de esas personas que necesitan paz mental antes de irse a dormir. Pero, si sientes pasión por los thrillers y por la temática de los saltos en el tiempo, no puedes perdértela.
No me la pierdo! 👏👏👏